Podemos saber lo que piensas. ¿No te lo crees? Pues echa un vistazo a este curioso secreto para leer la mente, un juego que nos introduce en el mundo divertido y a la vez inquietante del mentalismo.
Este articulo es un extracto de «Microsismos» y es original de David Rubio. Y claro, yo como mentalista no podía dejar de compartir este truco con mi comunidad. Probablemente mucho lo conozcáis, por que está basado en un principio que se ha utilizado en las ultimas décadas, pero creo que es muy buen momento para diseccionar su funcionamiento. ¡Vamos allá!
¿A que alguna vez has sentido como si pudieras leer la mente de otra persona, como si, con tan solo mirarla a los ojos, supieses lo que está pensando realmente? No eres el único, seguro que alguna vez también ‘han leído’ la tuya. ¿No te lo crees? Pues echa un vistazo a este curioso truco para leer la mente, un divertido juego que nos sirve para introducir uno de los grandes (y peligrosos) desafíos de la humanidad: escanear el cerebro humano y sus procesos neuronales para conocer los pensamientos. ¿Sera posible algún día?
Un truco para leer la mente
Se trata de una de las grandes preguntas que se hace la humanidad desde tiempo remoto: ¿será posible algún día leer la mente de una persona, descubrir sus pensamientos, el reducto más íntimo de la personalidad? Solo de pensar en ello sentimos una mezcla de entusiasmo e inquietud.
Seguro que desearíamos saber lo que realmente está pensando un político cuando termina un mitin. Tal vez sería el fin de la democracia representativa. Pero, ¿y si los demás supieran lo que estás pensando en cada momento? En el trabajo, a la salida del cole hablando con otros padres y madres, en la cama antes de dormir… En fin, mejor no seguimos.
Pero en vez de ponernos circunspectos y maldecir los avances de la tecnología una vez más, vamos con un truco para leer la mente que no necesita complicados mecanismos de escaneo neuronal diseñados en Silicon Valley. Tan solo se trata de una estratagema que se aprovecha de nuestra estructura cerebral y del modo en el que trabajamos con ella.
Suma rápidamente
Para empezar con el ejercicio debes tratar de concentrarte en las respuestas a unas preguntas, tratando de ser lo más rápido posible en la resolución de las mismas. Calcula rápidamente el resultado de las siguientes operaciones matemáticas:
Preguntas:
53 + 12
13 + 64
32 + 17
71 + 62
24 + 47
Una suma más y la pregunta definitiva
¿Ya has sumado? No ha sido difícil, pero ahora llega lo importante, eso solo era calentamiento. Atención, calcula el resultado de la siguiente operación y responde a la pregunta siguiente con la mayor rapidez posible:
146 + 7
¡Y ahora piensa en una herramienta y un color! ¿Ya está? ¿Lo has pensando? Pues bien, sabemos lo que has pensado. Espera un poco, que te lo decimos.
El resultado del truco
Este truco se fundamenta, como buena parte de los trucos de los magos, ilusionistas y mentalistas, en desviar la atención, en entretener y distraer al cerebro. Al pedirle que sumemos una serie de cantidades, ponemos a trabajar al hemisferio izquierdo, ya sabéis, el hemisferio lógico, el del habla, la escritura, la lógica y las matemáticas, que transforma las informaciones en palabras, gestos y pensamientos.
Los test de inteligencia, de hecho, miden especialmente la actividad en este hemisferio, algo que ya ha sido criticado por su presunto carácter parcial al dejar fuera del análisis buena parte de las facetas creativas del ser humano que se encuentran en el hemisferio derecho.
De cualquier forma, este truco se aprovecha de la forma de trabajar del hemisferio izquierdo, tendente a procesar la información a través del análisis, resolviendo los problemas a través de la descomposición y recomposición en piezas.
Durante la ejecución del ejercicio hemos trabajado el hemisferio lógico, pero cuando se pregunta por una herramienta y un color, la información pasa al hemisferio derecho, el hemisferio integrador, especializado en sensaciones, sentimientos, habilidades visuales y sonoras, concibiendo la información de una forma global, haciendo uso de la síntesis, formando conjuntos a través de la relación de datos e informaciones separadas.
Como quiera que el hemisferio derecho ha estado ‘desconectado’ durante la resolución de las operaciones matemáticas, al despertarlo con un sobresalto, con una pregunta que le apela directamente, se ha ido a lo más sencillo. ¿Y cuál era la respuesta más sencilla a la pregunta ‘piensa en una herramienta y un color’? Un martillo rojo.
¿Por qué? Porque el ‘7’ de la última suma tiene forma de martillo y el tono rojo aparece destacado tanto en el término ‘Preguntas’ como en la propia última suma entre la fuente en color blanco y negro.
¿A qué has pensando en un martillo rojo? Puedes disfrutar de tú propia percepción en cualquiera de mis espectáculos o incluso implementarlo en tu trabajo con uno de los team building que realizo.